BATALLA DEL SALADO (30 OCTUBRE 1340)

      La batalla del Salado, ocurrida el lunes día 30 de octubre del año 1340 junto a Tarifa, fue una de las más trascendentales del último periodo del dominio musulmán en la Península. En ella, las fuerzas combinadas de Castilla y Portugal derrotaron decisivamente a los benimerines, último movimiento venido de África (después de los almorávides y los almohades).
      Tras las Navas de Tolosa en 1212, en la que los ejércitos cristianos habían derrotado a los almohades (que se replegaron a África), el camino en Andalucía se puso fácil para los cristianos que poco a poco fueron dominando las poblaciones más importantes: Córdoba, por ejemplo, fue tomada en 1236, Jaén 1245 y Sevilla en 1248). Solo quedó de hecho el reino nazarí de Granada que, en principio, comprendía aproximadamente las actuales provincias de Granada, Almería, Málaga más el istmo y peñón de Gibraltar.
      Otro movimiento emergente nació mientras tanto en África eliminando prácticamente a los almohades: los benimerines que, como sus antecesores, decidieron desde su capital en Fez intervenir en la Península mediante incursiones en apoyo, la mayoría de las veces, de los nazaríes de Granada.
     Una de ellas fue el intento fracasado de tomar Tarifa, en el año 1294, cuando ocurrió la historia de Guzmán el Bueno. Sin embargo unos años más tarde, en 1329, sí consiguieron tomar Algeciras.
     Apoyándose en ese dominio, Abu-l-Hassan, líder de los benimerines, tras predicar a los suyos que la tierra española sería muy pronto conquistada y que había sitio para todos los magrebíes, el 14 de Agosto de 1340 desembarca en Algeciras con la intención de conquistar Tarifa para dominar completamente el Estrecho, llegando a su objetivo y sitiando la ciudad el 23 de Septiembre.
     Alfonso XI se entera gracias a un renegado de la situación de Tarifa y decide entonces lo que familiarmente llamamos jugarse el todo por el todo, para lo que resuelve solicitar la ayuda del rey de Portugal, que además es su suegro. Y con ambos ejércitos, el 30 de octubre de 1340 como ya se ha dicho, los cristianos derrotaron a los granadinos y benimerines en la batalla llamada del Salado por haberse desarrollado en las orillas de este río.
     (Un problema añadido que narran algunos historiadores fue el gran enfado que el rey portugués Alfonso IV tenía con el rey castellano porque este tenía sometida y abandonada a su esposa, María de Portugal, su hija, mientras que vivía prácticamente con su amante Leonor de Guzmán, con la que llegó a tener 10 hijos. Tras las excusas de Alfonso XI, las tensiones se apaciguaron y no fueron un obstáculo para participar en la batalla).
      La trascendencia de esta batalla le viene porque en ella se estaba jugando el dominio del Estrecho y de esa parte del Mediterráneo, en definitiva si África se prolongaba hasta Europa. Con este triunfo y el de la batalla del río Palmones en 1343, los cristianos se aseguraron definitivamente el dominio de la zona.
     A continuación, por unos y otros motivos, se suspendió la reconquista hasta un siglo y medio después.
    (En esta batalla se utilizaron por primera vez piezas de artillería que por explosión lanzaban bolas de hierro)